El ácido hialurónico es una sustancia que genera nuestro cuerpo naturalmente y dentro de sus propiedades se encuentra la capacidad de rejuvenecer la piel, hidratarla y evitar la flacidez, rellenar y mejorar la apariencia de las arrugas que se forman sobre todo en los ojos, la frente y alrededor de los labios. Este componente puede aplicarse en la piel de distintas formas, todo dependerá de las necesidades reales de tu piel. Es muy habitual usar el ácido hialurónico para la cara, aunque también se le da uso externo en otras partes del cuerpo.
Antes de explicar cómo aplicar ácido hialurónico en el rostro, es necesario resaltar que este tratamiento debe ser administrado por un especialista, ya sea un dermatólogo o cirujano plástico y en centros autorizados para esto.
La forma más común de aplicar ácido hialurónico es por medio de inyecciones y no solo se coloca con una finalidad estética en la piel, sino que también se usa en este formato para rehabilitar algunas articulaciones.
Para beneficiarnos estéticamente de esta sustancia, se aplicarán inyecciones o infiltraciones de ácido hialurónico en la dermis y su composición puede variar según el área donde se coloque. Si el tratamiento se realiza de la manera adecuada, los efectos son inmediatos y naturales, sin embargo no son permanentes y al igual que pasa con la sustancia natural que nuestro cuerpo produce, el ácido hialurónico volverá a disminuir con el paso del tiempo. El efecto sobre la piel puede variar de 9 a 12 meses o hasta dos años.